viernes, 25 de agosto de 2017

CHILE, GRANJA INFELIZ DEL EDÉN

No puedes ser feliz si te enseñan a ser materialista y te niegan el dinero y oportunidades de crecer





Chile nunca ha conocido la justicia social y el respeto por la dignidad humana. Ya con esa base, la esperanza de un futuro feliz del edén se hace imposible, una mera ilusión entre tantas de las que se insertan en las mentes dormidas de sus habitantes.

En este país tan hermoso geográficamente hablando, conviven desde siempre dos clases de personas, los privilegiados y los esclavos. Estos últimos se creyeron el timo de que en Chile no ha existido nunca esclavitud por que don Bernardo OHiggins así lo dijo. La verdad es que la esclavitud se define por sus características, no por mera retórica. Y cuando las personas viven para pagar sus deudas, soportando muchas veces condiciones laborales tediosas, pero sin posibilidad ni oportunidades de surgir, eso es ser una persona sin libertad, sin derecho a elección, sin sueños, osea, esclavos.

Y desde siempre ha existido un grupo pequeño, llamémosle la élite, que se compone de menos de una docena de familias de apellido europeo, que tienen el dominio y control del 90% de la riqueza nacional. Son dueños de los medios de producción, minas, bosques y mares; y dueños del comercio a través de los famosos retail, grandes tiendas, farmacias y supermercados que se lo llevan todo. De paso matan la pequeña y mediana empresa y hasta al negocio del barrio. Y es que la gente no entiende que cada vez que entra al supermercado o tienda de estas familias, está sellando su propia miseria y pobreza. Cada vez que paga en un supermercado, ese dinero sale de su bolsillo e ingresa directamente a las arcas de la élite. En cambio, cuando compra en el negocio del barrio o feria, su dinero pasa por muchas manos antes de caer en poder de esas élites monopólicas. También son dueños de todos los medios de comunicación, tv, radios y periódicos, así que mantienen a la población distraída, manipulada y engañada. Su tarea es que la gente viva como los cerditos en una granja, sin saber que más temprano que tarde se irán al matadero.

Y bajo la élite, sigue la clase privilegiada que se dicen de clase media, pero realmente son simplemente los privilegiados, los apitutados, encabezados por los políticos que ocupan cargos públicos; los funcionarios públicos, con carrera funcionaria e inamovilidad en sus cargos, que cada vez ganan más escalafón y más dinero. Se cuentan militares, carabineros, policías de investigaciones y funcionarios de todo el aparataje estatal de los tres poderes del Estado. Todos ellos pagados por el pueblo y sus impuestos.

Y al final de la pirámide, el pueblo, los contribuyentes, trabajadores de empresas privadas, PYMES, trabajadores y profesionales independientes, jubilados, pensionados, indigentes y desempleados. La escoria, la que no puede salir del hoyo y representan el 70% de la población. Pero se les ha hecho creer que no son pobres, por que se les da tarjetas en las tiendas del retail para que se endeuden, el Banco Estado les da tarjeta de cuenta rut, para que usen los cajeros RedBank y se sientan pudientes e importantes, aunque por cada giro les saquen más dinero que a los privilegiados. Es un país de mentiras y engaños, donde todos tienen celulares caros y cuentas de facebook para demostrar lo idiotas que podemos llegar a ser distrayéndonos para que nos sigan empobreciendo.

Hoy la situación es la siguiente. Poco circulante en las calles, claro, la élite  usa el dinero para crear crisis económicas y generar descontento social para que elijan en las próximas elecciones a un derechista, como si eso dependiera de los gobiernos de turno. Que gran mentira, siempre ellos determinan si ponen o no en circulación el dinero, si lo acaparan todo. Pero no olvidemos que con todo el dinero que nos sacan mensualmente a través de las AFP, no deberían haber crisis económicas en Chile, por que nosotros movemos este país, no ellos, que se sientan en el dinero y no lo invierten ni generan nuevas plazas de trabajo.

En contrapartida, el Estado, a través del gobierno destina muchos millones a proyectos de desarrollo social y productivo, pero como los políticos corruptos piden su coima a los emprendedores de proyectos financiados por el Estado, termina desviándose la riqueza a los bolsillos menos necesitados. Al final ese dinero estatal no genera más empleos. Y la gente sigue empobreciéndose. 

Es cierto que las PYMES no cuentan con todo el respaldo financiero y legal para dar mejores salarios, sin perjuicio de ello otorgan más del 75% del empleo nacional. Entonces, por qué no se les deja crecer?. Bueno, a la élite no le gusta la competencia. 

Lo más patético de este sistema, es que está muy bien protegido y blindado. Las Fuerzas Armadas, con sus oficiales bien tratados, cubren las espaldas y el sistema de esa élite monopólica. Y de paso tienen los privilegios de sueldos y de previsión social. Qué curioso que en plena dictadura militar se nos obligó a todos a pertenecer a un sistema previsional privado individual y no de reparto, mientras que los militares mantuvieron el sistema anterior, con muy buenas jubilaciones después de 20 años de servicio.

Todos estos abusos teñidos además de mucha corrupción por estos funcionarios públicos privilegiados y la enfermiza tolerancia de la ciudadanía que hace permisiva la impunidad y sujeción del poder judicial al poder ejecutivo y legislativo, sólo se puede cambiar derribando el modelo actual; generando un cambio constitucional total, donde los privilegios se terminen y las grandes empresas se vean obligadas a invertir y limitadas por figuras que sancionen fuertemente el monopolio, la colusión y el mal trato contractual de las grandes empresas a las PYMES que les prestan servicios. Ya es una práctica común que cesen o posterguen los pagos, haciendo quebrar a muchas empresas más pequeñas.

Y el Estado debe dar más oportunidades a los emprendedores y profesionales para que el perfeccionamiento, capacitación y post grados no sean una inversión imposible, sino una oportunidad financiada por el Estado y así propender al crecimiento por méritos y entusiasmo y no por el dinero que se tenga, el cual permaneces en las arcas de la élite ahí, brillando por que no circula por las calles de Chile. Así manteniendo este modelo tan injusto y dañino para la mayoría, esta economía nunca crecerá y seguiremos siendo un país medieval.

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